miércoles, 1 de octubre de 2008

Mi bebe habla poco........

Su hijo ya tiene 2 años y aún no habla. Dice unas pocas palabras, pero usted considera que está retrasado respecto de sus pares. Recuerda que su niña armaba oraciones completas a la misma edad. Con la esperanza de que llegue al mismo nivel más adelante, usted pospone la consulta con un profesional. Y se repite a sí mismo que algunos niños caminan a edad temprana y otros hablan antes. No hay de qué preocuparse.

Esta situación es común entre los padres de niños que tardan en hablar. A menos que observen otras áreas de "lentitud" en el desarrollo temprano de sus hijos, los padres dudan en pedir consejo. Algunos padres buscan excusas por la falta de habla y se tranquilizan a sí mismos diciendo que "ya va a empezar a hablar" o "simplemente le interesan más las actividades físicas".

Saber qué cosas son "normales" y cuáles no en el desarrollo del habla y el lenguaje puede ayudarlo a entender si debe preocuparse o si su hijo presenta un desarrollo adecuado.

Comprensión del desarrollo normal del habla y el lenguaje

Es importante que converse sobre el desarrollo del habla y el lenguaje, así como sobre otras pautas de desarrollo, con el médico de su hijo en las consultas de rutina. Aunque es posible que sea difícil determinar si su hijo simplemente es inmaduro en su capacidad de comunicación o si tiene un problema que requiere atención profesional, las siguientes pautas de desarrollo le servirán como indicadores:

Antes de los 12 meses

Es importante observar a los niños de esta edad para detectar si están utilizando su voz para relacionarse con el entorno. Los balbuceos y los sonidos como "ajó" son etapas tempranas en el desarrollo del habla. A medida que los bebés crecen (en general, alrededor de los 9 meses), comienzan a hilar sonidos, a incorporar diferentes tonos y a decir palabras como "mamá" y "papá" (sin comprender realmente lo que significan esas palabras). Antes de los 12 meses, los niños también deben prestar atención a los sonidos. Es probable que los bebés que miran atentamente pero no reaccionan a los sonidos presenten algún tipo de pérdida de la audición.

Entre los 12 y los 15 meses

Los niños de esta edad deben ser capaces de balbucear una amplia gama de sonidos y, al menos, una o más palabras (sin contar "mamá" y "papá"). En general, las primeras palabras que aprenden son sustantivos sencillos, como "bebé". Su hijo también debe ser capaz de comprender y seguir instrucciones sencillas (por ejemplo, "Por favor, alcánzame el juguete"). Entre los 18 y los 24 meses

A los 18 meses, los niños deberían contar con un vocabulario de, aproximadamente, 20 palabras, y de 50 o más palabras parciales al llegar a los 2 años. A esta edad, los niños deberían estar aprendiendo a combinar dos palabras, como "bebé llora" o "papá grande". A los 2 años, los niños también deben ser capaces de seguir órdenes que incluyan dos pasos (como "Por favor, levanta el juguete y tráeme la taza").

Entre los 2 y 3 años

Los padres suelen ser testigos de una "explosión" en el habla de sus hijos. El vocabulario de su hijo debe aumentar (a un ritmo en el que no se pueden contar las palabras) y debe combinar, en forma rutinaria, tres o más palabras para formar oraciones. También debe incrementarse la comprensión de su hijo; a los 3 años, debe comenzar a comprender el significado de "colócalo en la mesa" o "colócalo debajo de la cama". También debe comenzar a identificar los colores y comprender conceptos descriptivos (por ejemplo, grande en contraposición a pequeño).
¿Cuáles son algunas de las señales que alertan sobre la posibilidad de un problema?

Si está preocupado por el desarrollo del habla y el lenguaje de su hijo, a continuación encontrará algunas señales a las que debe estar atento.

El hecho de que un lactante no responda a los sonidos y no vocalice es motivo de inquietud. Entre los 12 y los 24 meses, debe preocuparse si su hijo presenta las siguientes características:

  • no utiliza gestos, como señalar o saludar con la mano a los 12 meses;

  • prefiere comunicarse a través de gestos en lugar de vocalizar a los 18 meses, o

  • presenta problemas para imitar sonidos a los 18 meses.


Solicite al médico que realice una evaluación si su hijo tiene 2 años y presenta las siguientes características:

  • sólo puede imitar el habla o las acciones y no pronuncia palabras o frases en forma espontánea;

  • sólo emite algunos sonidos o dice algunas palabras en forma reiterada y no puede utilizar el lenguaje oral para comunicarse más allá de sus necesidades inmediatas;

  • no puede seguir instrucciones sencillas;

  • tiene un tono de voz fuera de lo común (como un sonido nasal o voz ronca), o

  • comprender lo que dice es más difícil de lo esperado para su edad. Cuando el niño tiene 2 años, los padres y quienes lo cuidan de manera regular deben ser capaces de comprender aproximadamente la mitad del habla del niño. Cuando tiene 3 años, deben comprender aproximadamente las tres cuartas partes de su habla. Cuando su hijo tiene 4 años, la mayoría de las personas deberían comprenderlo, incluso quienes no lo conocen.


¿Cuáles son las causas del retraso en el habla y el lenguaje?

Los retrasos en el desarrollo del habla y el lenguaje se deben a muchas causas. Los retrasos en el habla en niños con un desarrollo normal en otros aspectos no suelen deberse a problemas en la boca, como complicaciones en la lengua o el paladar (la parte superior de la boca). El hecho de que el frenillo, que es el pliegue ubicado debajo de la lengua, sea demasiado corto casi nunca es la causa de retrasos en el habla.
Algunos niños con retrasos en el habla tienen problemas de motricidad en la boca, es decir que existe una comunicación ineficaz en las zonas del cerebro responsables del habla. El niño tiene dificultades para usar la lengua, los labios y la mandíbula para emitir sonidos. El habla puede ser el único problema o éste puede estar acompañado de otros problemas de motricidad, como la dificultad para alimentarse. Los retrasos en el habla también pueden ser indicadores de la presencia de un retraso en el desarrollo más "global" (o general).
Los problemas auditivos suelen estar relacionados con los retrasos en el habla. Por este motivo, es importante que un audiólogo evalúe la audición de los niños con dificultades en el habla. Si un niño presenta dificultades para escuchar, es posible que tenga problemas para comp
render, imitar y utilizar el lenguaje.
Las infecciones en los oídos, en especial las infecciones crónicas, pueden afectar la capacidad de escuchar. No obstante, las infecciones leves de oídos que reciben el tratamiento adecuado no deberían afectar el habla. Pero es importante destacar que las recomendaciones actuales sugieren que, en determinadas situaciones y según la edad del niño, es posible limitarse a observar las infecciones en los oídos sin indicar ningún tratamiento inmediato, ya que la mayoría de ellas desaparecen sin tratarlas.

¿Qué hará el terapista del habla y el lenguaje?
  • lo que su hijo comprende (denominado "lenguaje receptivo");

  • lo que su hijo logra expresar (denominado "lenguaje expresivo");

  • si su hijo intenta comunicarse de otras maneras, como señalar, mover la cabeza, realizar gestos, etcétera;

  • la motricidad bucal de su hijo (de qué manera funcionan en conjunto la boca, la lengua, el paladar, etcétera, para hablar, comer y tragar).
    • Pase mucho tiempo comunicándose con su hijo incluso cuando es bebé; háblele, cántele y aliéntelo a imitar sonidos y gestos.

    • Léale a su hijo; comience a hacerlo a los 6 meses. No es necesario que termine todo el libro, pero busque libros con ilustraciones, adecuados para la edad del niño, y que inviten a su hijo a mirar mientras usted nombra las ilustraciones. Intente comenzar con libros en los que el niño pueda imitar movimientos o que presenten texturas que su hijo pueda tocar. Cuando su hijo sea mayor, permítale señalar las imágenes que reconozca e intentar nombrarlas. Después puede leerle poemas infantiles, que tienen el atractivo de la rima. Continúe con libros que le permitan al niño predecir lo que ocurrirá. Es probable que su hijo comience a memorizar sus historias favoritas.

    • Aproveche las situaciones de todos los días para reafirmar el habla y el lenguaje de su hijo. En otras palabras, háblele durante todo el día. Por ejemplo, nombre los alimentos en el supermercado, explíquele lo que hace mientras cocina o limpia una habitación, señale objetos en la casa, y mientras maneja, hágale notar los sonidos que escucha. Hágale preguntas y demuéstrele que está atento a sus respuestas (aunque sea difícil comprenderlas). Emplee un vocabulario sencillo, pero jamás le hable en media lengua o lenguaje infantil.


    Más allá de la edad de su hijo, la mejor manera de ayudar cuando existe un retraso en el habla y el lenguaje es reconocer y tratar los problemas en forma temprana. Con la terapia adecuada en el momento indicado, su hijo se podrá comunicar mejor con usted y con el resto del mundo.

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