miércoles, 24 de febrero de 2010

IMPLANTE COCLEAR

Aprender a oír, cuanto antes mejor

  • Los implantes auditivos en los bebés ayudan a una integración social plena
  • Una pronta intervención es esencial para el desarrollo cognitivo del niño
Niño con implante coclear. (Foto: Alberto Cuellar)

Niño con implante coclear. (Foto: Alberto Cuellar)


NURIA BAENA

MADRID.- El aprendizaje de las palabras en los niños, incluso en aquellos con deficiencias auditivas que requieran implantes, puede verse facilitado gracias a una temprana exposición a los estímulos auditivos, tal y como sostiene una investigación cuyas conclusiones han sido presentadas en el Congreso Anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, celebrado en San Diego (EEUU).

Trabajos y experiencias anteriores habían revelado que recibir estímulos auditivos lo antes posible es esencial para que los niños desarrollen sus habilidades comunicativas, algo de especial importancia si existe alguna patología que afecte a la audición.

Para demostrar de manera objetiva este hecho un grupo de científicos del Departamento de Otorrinolaringología de la Universidad de Indiana ha realizado este estudio, que contó con la participación de 20 niños con edades comprendidas entre los 22 y los 40 meses y que habían sido sometidos a un implante coclear (IC) entre un año y un año y medio antes.

Esta intervención se realiza en casos de sorderas profundas bilaterales que no se deban a daños en la corteza cerebral, con destrucción total de la cóclea (una parte del oído interno también conocida como caracol) y que no pueden beneficiarse de audífonos convencionales. El IC transforma las señales acústicas en eléctricas que estimulan el nervio auditivo y logra una sensación parecida a la que experimentan las personas con audición normal.

Por otra parte, en la investigación también intervinieron otros 20 niños con capacidades auditivas normales y cuyas edades oscilaban entre los 12 y los 40 meses.

La investigación

Para evaluar las habilidades lingüísticas de los 40 pequeños los científicos les mostraban un objeto mientras repetían el nombre del mismo. Después, junto al primer objeto aparecía un segundo mientras se seguía repitiendo el nombre de la imagen original. Analizando hacia qué objeto se dirigía la mirada de los niños los investigadores determinaban si los niños identificaban cuál de ellas se correspondía con la palabra pronunciada.

Los expertos llegaron a la conclusión de que la habilidad para aprender palabras de los niños con sordera dependía en gran medida de si habían tenido experiencias auditivas tempranas, tanto si lo habían hecho con ayuda de un implante auditivo como si había sido de forma natural.

De esta forma, los bebés que habían recibido el implante coclear a los 13 meses reconocían las palabras con la misma facilidad que sus compañeros sin discapacidad, mientras que los niños que habían sido operados más tarde tenían un rendimiento medio menor que los niños con capacidad auditiva intacta. Además, otro descubrimiento que respaldó la evidencia de que los estímulos auditivos tempranos son importantes fue el hecho de que los niños que tenían alguna capacidad auditiva antes del implante mostraron una habilidad similar para aprender palabras que los niños sanos.

"En conjunto, estos hallazgos sugieren que un pronto acceso a estímulos auditivos, incluso si el acceso a los sonidos es bastante limitado, desempeña un papel importante a la hora de adquirir la habilidad de aprender rápidamente la asociación entre palabras habladas y sus significados", explica Derek Houston, autor principal del estudio. "Esta investigación es significativa, porque la cirugía a edades muy jóvenes requiere más pericia. Es importante saber si el beneficio añadido de una estimulación auditiva temprana garantiza la cirugía a las edades más jóvenes", concluye Houston.

En opinión de Constantino Morera, Jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario La Fe, en Valencia, se trata de un trabajo interesante que objetiva científicamente algo que ya se sabía con anterioridad, como que el resultado de los implantes cocleares es mejor cuanto antes se realiza, por lo que siempre son más eficaces en los niños que en los adultos, ya que la capacidad de desarrollar las habilidades del lenguaje tiene lugar en los primeros años de vida.

Hay que enseñar a oír

En este mismo sentido se expresa la psicóloga María Serra Toledo, responsable del Servicio de Atención y Apoyo a Familias de ANFAS (Asociación de Familias y Amigos del Sordo), que destaca la importancia de los tres primeros años del niño en el desarrollo auditivo, al tiempo que remarca que es esencial una intervención temprana en los pequeños con sordera para lograr un adecuado desarrollo cognitivo y evitar problemas posteriores. Además, Serra explica que la terapia o la rehabilitación que sigue a la operación, "un trabajo muy duro y de mucho tiempo", es fundamental para que el implante tenga éxito, ya que "hay que enseñar a oír". Para Enrique Salesa, Presidente de AELFA (Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología), "la implantación precoz de un IC en los casos idóneos se prefiere para la correcta maduración de la vía auditiva. Un retraso importante supone unos resultados peores".

"En España existen excelentes cirujanos y se implantan muchos casos con éxito, no antes del año, y estamos a un excelente nivel -prosigue Salesa-. De todas formas, con el IC se realiza una excitación eléctrica de la cóclea y es necesario un entrenamiento largo y costoso para aprender a interpretar las señales. Este entrenamiento es más difícil en los casos pre-linguales que en los post-linguales (los que ya habían aprendido antes a hablar), pero los resultados, que dependen de muchos factores, pueden acercarse, en algunos casos, a la calidad de inteligibilidad y voz de sujetos de audición normal".

No hay comentarios: