miércoles, 13 de mayo de 2009

RECHAZO

PREGUNTA.- Mi hijo, de dos años, muestra algunos síntomas de rechazo hacia mí, su madre. Normalmente prefiere estar con su padre y cuando se cae o se hace daño me rechaza de plano y sólo quiere ir con su papá.

Por la noche, si se despierta, sólo puede cogerle su padre, y a lo largo del día muchas veces dice "mamá no, mamá no".

Yo he intentado desde que nació darle mucho amor y mucho cariño, aunque también procuro sentar las bases de su educación, poniéndole límites y dejándole claro lo que se puede hacer y lo que no.

Soy madre trabajadora, madrugo mucho y cuando él se despierta por las mañanas yo ya no estoy, está su padre. No sé si esto puede influir, pero por las tardes cuando se despierta de la siesta pregunta inmediatamente por su papá. Lo cierto es que estoy angustiada, porque hay momentos en que este rechazo me duele mucho. ¿A qué puede deberse?

RESPUESTA.- Indirectamente usted señala un sentimiento que comparten muchas madres que han de combinar su dedicación a la familia con la de su trabajo.

La diferencia entre el tiempo deseado para el cuidado y la atención de un hijo, frente al tiempo que la realidad laboral obliga, provoca en muchas madres un sentimiento de inseguridad.

Es importante tener en cuenta que más que el tiempo en sí mismo, lo más relevante es la calidad del mismo. En este sentido, llevar a cabo actividades especiales (no únicamente las propias del cuidado rutinario) que fortalezcan los lazos de unión entre su hijo y usted es una tarea esencial.

No necesariamente es un signo de rechazo si por las noches su hijo prefiere la compañía del padre o si en otros instantes del día prefiere estar con él.

En los datos que nos facilita no incluye cuándo ha regresado usted al ámbito laboral. Si esta incorporación ha sido relativamente reciente, el niño estará aún adaptándose a esta nueva situación familiar y si la presencia del padre ha sido más continuada en el tiempo, es lógico que le busque a él (más por cuestiones de probabilidad de encontrar un cuidador que por rechazo a usted).

Fomentando la creación de un espacio de tiempo creado solo para disfrutar juntos y llevando a cabo unos horarios predecibles para el niño, puede facilitarse la adaptación del niño a la vida familiar y mejorar la relación con usted.

Juan José Carballo
Psiquiatra infantil y de la adolescencia de la Fundación Hospital Jiménez Díaz de Madrid,

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