El conocimiento del proceso de gestación del bebé tuvo un “antes y después” con la aparición del ultrasonido o ecografía, a fines de los años cincuenta. Se trata de un exámen médico consistente en emitir un sonido no audible que transforma en imagen los elementos que atraviesa. El resultado que produce, son imágenes en dos dimensiones: alto y ancho. Desde que se practica en las mujeres embarazadas, la tecnología ha avanzado para permitir detectar con mayor anticipación enfermedades y malformaciones prenatales, además de que los futuros padres puedan ver con mayor nitidez a su hijo antes del nacimiento.
Es un método que asegura al médico un mejor control de la situación y, en caso de ser necesario, poder ofrecer un tratamiento oportuno, tanto para la madre como para el bebé.
Tipos de ecografías
Los métodos que habitualmente se usan para evaluar el desarrollo y estado fetal son:– Ecografía transvaginal o ultrasonografía:
Es el método más usado, seguro y no invasivo. Con esto se puede diagnosticar primero que todo el embarazo (4½ a 5 semanas), sirve para determinar la edad gestacional, el tamaño fetal, la localización de la placenta, si hay embarazos múltiples, malformaciones fetales y variaciones en la cantidad de líquido amniótico.
– Ecografía Bidimensional:
La tecnología se integra para marcar una nueva forma de seguir la evolución del feto en el útero. Se pueden obtener imágenes bidimensionales digitales, que los padres y médico pueden seguir en un monitor, permitiendo un mayor realismo en la retransmisión de los movimientos del feto.
– Ecografía Tridimensional:
Mayor avance en el tema imagen permite que con esta ecografía se obtenga una imagen fetal en 3 dimensiones, permitiendo ver la anatomía del feto con detalles nítidos y en su volumen real. La ecografía 3D se recomienda para las embarazadas de alto riesgo o quienes tienen a su bebé con algún tipo de malformación, porque precisamente ayuda en el detalle del diagnóstico. También tiene un carácter opcional para los padres que desean conocer con mayor exactitud el rostro y anatomía de su hijo.
– Ecografía Cuatridimensional:
Entrega la misma imagen tridimensional, pero se le agrega el factor tiempo, permitiendo ver en pantalla los movimientos del feto casi en tiempo real. Permite detectar hasta un 2% más de alteraciones anatómicas fetales, al mostrar planos no visibles con la técnica convencional. Los padres también pueden optar a conocer más sobre la vida intrauterina del nuevo integrante de la familia al ver con nitidez y en tiempo real si es inquieto o dormilón, si se chupa el dedo o si está cruzado de piernas.
– Ecografía Doppler Color:
Este examen se usa para medir el flujo sanguíneo del feto a través de la determinación del flujo de sangre de las arterias uterinas maternas, del cordón umbilical y del cerebro fetal. Permite evaluar el funcionamiento del corazón del nonato. Este examen ha sufrido una evolución muy favorable ya que cada vez registran flujos sanguíneos más bajos y la calidad de la información es mucho más precisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario